20/7/15

Es alcohol protagonista de la violencia. 20-07-2015


Es alcohol protagonista de la violencia. 

Según la Encuesta Nacional contra las Adicciones, el consumo excesivo de bebidas embriagantes es el responsable del 50% de los casos de violencia intrafamiliar en Morelos.

Con base en información de la Encuesta Nacional contra las Adicciones, el consumo de alcohol es el causante de 50 por ciento de los casos de violencia contra la mujer e intrafamiliar en Morelos.

Autoridades del sector salud informaron que en las zonas urbanas de la entidad, como Cuernavaca, Jiutepec, Temixco y Emiliano Zapata, existe el mayor número de casos de violencia, dado el incremento de establecimientos que venden bebidas embriagantes.

Además, beber alcohol en exceso y su constante consumo provocan severos daños a la salud, como cirrosis. Y algunos daños colaterales del alcoholismo son violencia, riñas y embarazos no deseados.

La encuesta agrega que un primer grupo de personas adictas al alcohol son quienes no se detienen antes de la quinta copa, sobre todo los jóvenes. Este abuso provoca accidentes automovilísticos, riñas, peleas familiares y con la pareja; así como enfermedades de transmisión sexual y hasta embarazos, ya que se presentan relaciones sexuales de riesgo.

Otro grupo son las personas con dependencia al alcohol, lo que provoca daños al hígado, que puede convertirse en graso y generar cirrosis; así como afectaciones al sistema digestivo, como úlcera gástrica, colitis y várices esofágicas, entre otros.

“Los daños por el alcohol se dividen en dos grupos, uno de éstos es por el consumo excesivo, y el segundo, por la forma de beber de manera crónica. Y cada persona, dependiendo de su organismo, tendrá diferentes daños a la salud”, dijo Marco Antonio Romano Cortés, médico del Consejo Estatal contra las Adicciones.

El especialista explicó que la historia natural de la cirrosis indica que las complicaciones se presentan cuando existe hígado graso; en esta etapa, la enfermedad aún se puede revertir, si el paciente reduce la cantidad de alcohol.

Otros padecimientos son hepatitis alcohólica y cirrosis hepática. En ésta, la enfermedad se torna grave, pues comienza un sangrado del tubo digestivo, retención de líquidos, ascitis (retención de líquidos en la cavidad abdominal), aumento de tamaño del hígado y anemia; además, al no haber factores que ayuden a la coagulación de la sangre, la persona tiene mayor tendencia a presentar hemorragias, por los sangrados microscopicos a nivel digestivo.

El médico Romano Cortés añadió que el paciente también puede presentar falta de vitamina B y desnutrición, lo que agudiza el daño; a partir de todas estas complicaciones, los tratamientos son costosos, pues cuando el padecimiento llega a este nivel de gravedad, es decir, cuando se convierte en crónico, se agudiza y se requiere hospitalización, cuidados intensivos, e incluso, transfusiones sanguíneas.

“El alcohol se absorbe al primer tercio del intestino delgado, en esa parte es donde se absorbe la vitamina del complejo B, que ayuda a la producción de globulos rojos”.

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