30/5/11

Se disparan casos de bebés adictos

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Se disparan casos de bebés adictos

AUDRA D.S. BURCH

Envueltas en el cálido resplandor de la puesta de sol, dos madres salen juntas de sus sesiones de consejería en el Centro de Recuperación Susan B. Anthony, pasando el edificio estucado de la guardería, las filas de mesas para picnic a la sombra y un campo de juego lleno de risas y moñitos y zapatos tenis con los cordones sueltos.

Las mujeres -una empujando el cochecito con su hija de 2 meses de nacida, la otra con seis meses de embarazo- vinieron en abril a este centro de tratamiento de adicciones en los suburbios del condado Broward para luchar contra su hábito de fármacos por prescripción que amenazaba sus vidas y ponía en peligro a sus pequeños. Su mayor temor es que sus hijos paguen el precio de la debilidad de sus madres. En el Susan B. Anthony, las victorias se cuentan por bebés nacidos sin adicción y familias reunificadas.

Nicole Montes y Jennifer Clingan se debaten contra una terrible adicción al analgésico oxicodona, una versión sintética de la heroína que ha emergido como parte del problema de adicción a las drogas que crece rápidamente en el país. Las víctimas más recientes son los bebés nacidos con adicción a este narcótico por prescripción que es altamente adictivo.

“La oxicodona tenía mi vida en un puño”, admite Jennifer Klingan, de 33 años, ex agente de seguros que tiene fecha de parto para julio. “Es como un monstruo que no te suelta. Yo no pude ocuparme de mis otros dos hijos como debía. Ahora estoy luchando por salvar a este bebé, por parir un hijo sano”.

Las dos mujeres y otras personas como ellas están librando una guerra invisible en un estado que se ha convertido en un símbolo nacional del abuso de fármacos por receta. Los que están en la línea de fuego -policías, médicos y enfermeros, trabajadores sociales- están empezando a ver los perturbadores resultados de un problema que ahora empieza a afectar a una nueva generación.

Tres veces al día como promedio, un recién nacido en la Florida es tratado por síndrome de abstinencia de drogas, lo cual significa que el bebé fue expuesto a una sustancia adictiva antes de nacer, de acuerdo con la Agencia de Administración de Salud Pública (AHCA). Los expertos afirman que un creciente número de ellos nacen de madres que usan opioides de receta tales como la oxicodona, el analgésico que ha invadido el sur de la Florida y otras áreas del estado.

“¿Recuerdan la epidemia del crack? Estamos en el epicentro del abuso de drogas por receta en todo el país. Estamos en medio de una crisis de la salud pública, lo cual es la razón por la que hemos estado presionando para que se apruebe legislación más dura”, dijo la procuradora general Pam Bondi. “Los niños inocentes son las víctimas más tremendas de estas horribles adicciones”.

Medir la escala de la crisis emergente no es fácil. Los hospitales llevan la cuenta de los bebés nacidos adictos de dos maneras, por la adicción de la madre y el síndrome de abstinencia en los bebés. Pero ninguna agencia estatal particular lleva la cuenta de los recién nacidos que nacen con dependencia específicamente de medicamentos por prescripción, una estadística que según Bondi se necesita para informar a la política pública.

Luego de la aprobación dos semanas atrás de legislación contra el tráfico de medicamentos, Bondi afirma que ahora quiere desarrollar una campaña de educación sobre los peligros del abuso de fármacos por prescripción para los bebés por nacer.

“Las cifras son difíciles de encontrar. Sabemos que están aumentando, pero necesitamos los detalles… Los necesitamos para alertar a la comunidad tanto como sea posible”, señaló.

En el 2010, casi 1,100 bebés nacidos en la Florida fueron tratados por síndrome de abstinencia, cuatro veces la cifra de hace apenas cinco años, según los archivos de AHCA. El número de madres tratadas por complicaciones de embarazo relacionadas con la dependencia de drogas casi se duplicó -de 240 a 463- durante el mismo período de cinco años. Aunque los archivos estatales no muestran el narcótico particular, los profesionales de la salud dicen que un número creciente de casos en la Florida están relacionados con el abuso de medicamentos por prescripción. En el Centro de Recuperación contra la Adicción de Broward en Coral Springs, más de la mitad de las 93 camas están ocupadas por adictos a los opioides, entre ellos cuatro mujeres embarazadas. En el Hospital para Mujeres St. Joseph, por lo menos el 15 por ciento de los bebés admitidos a la unidad neonatal de cuidados intensivos son tratados por síntomas de abstinencia.

Veinte años atrás, los trabajadores de los servicios de salud tuvieron que lidiar con una generación de bebés adictos al crack. Ahora los neonatólogos hablan de los terribles gritos, temblores y los miembros inusualmente rígidos de los “bebés de oxicodona”. El tratamiento puede incluir poderosos fármacos en dosis diminutas para suavizar su abstinencia, o remedios más sencillos, tales como voluntarios y enfermeros cargando y acunando a los bebés en habitaciones oscuras y aisladas para mitigar su sensibilidad anormal a los ruidos y la luz.

Las agencias estatales ya están sintiendo el impacto del problema. La oficina regional central del Departamento de Niños y Familias (DCF) en Orlando volvió a abrir su Unidad de Recién Nacidos Dependientes de Drogas en el 2008 para ocuparse del flujo de casos. El año pasado, la oficina de Orlando se ocupó de 206 casos en los cuales los recién nacidos resultaron positivos en una prueba para detectar sustancias controladas, o en que la madre tenía una historia documentada de uso de drogas. De ellos, 56 eran de medicamentos por receta. Y, en el condado Palm Beach, DCF ha expandido sus pruebas de drogas para identificar opioides o benzodiazepinas específicos en padres con casos de dependencia.

En el condado Broward, donde se concentran muchas de las clínicas del dolor que despachan las pastillas, la guerra se ha hecho pública. Todos los meses se reúnen piquetes frente a las clínicas deshonestas en Fort Lauderdale. En una ocasión reciente, en el grupo cargado de pancartas había tres madres, una de ellas una enfermera neonatal, todas las cuales habían sufrido de algún modo las consecuencias del comercio de oxicodona. Un cartel rezaba: ¡LOS BEBES ESTAN NACIENDO ADICTOS!

Se han hecho pocas investigaciones sobre los efectos del abuso de fármacos por prescripción facultativa durante el embarazo -los riesgos de evaluar a mujeres embarazadas y a recién nacidos han impedido muchos estudios- y menos aún sobre los efectos a largo plazo sobre el desarrollo de los bebés. En abril, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades publicaron su primer estudio de los efectos de la exposición de bebés a analgésicos opioides por receta, tomados justo antes del embarazo o durante los primeros meses de la gestación. El estudio mostró un aumento moderado de defectos de nacimiento, entre ellos problemas cardiacos congénitos.

En el centro Susan B. Anthony, Montes, de 23 años, carga a su hija menor, Kaitlyn, y habla sobre las ansias incontrolables por las pastillitas azules y la oscuridad y la vergüenza que le siguen. Se ha mantenido abstemia desde el 8 de diciembre y tiene la esperanza de salir del centro en septiembre libre de drogas y lista para cumplir con su papel de madre.

“Yo estaba completamente esclavizada por la oxicodona. La única manera en que podía lidiar con mi vida era intoxicándome”, dice. “Yo prefería las drogas a mi bebé porque no podía ocuparme de las dos cosas al mismo tiempo. Lo único que puedo hacer ahora es empezar de nuevo y tratar de ser mejor madre”.

elnuevoherald.com
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